El fútbol en Chile, o como decían en la época, el foot-ball, era considerado, en primera instancia, como una actividad eminentemente inglesa, reservada para el exclusivo círculo de la comunidad británica y que posteriormente fue abriéndose camino entre los sectores de la aristocracia criolla que se codeaba con ellos. El fútbol comenzó a difundirse al interior del espacio de los colegios ingleses de Valparaíso, destacando el colegio Mackay and Sutherland. Los primeros clubes porteños se mantuvieron cerrados a la comunidad británica, aúnque paulatinamente fueron integrando elementos nacionales dentro de sus teams.
Desde la década de 1890, el fútbol comenzaba a expandirse entre la población urbana de Santiago, siendo practicado por los jóvenes de origen inglés y algunos elementos criollos de ciertas escuelas locales. Clubes más conocidos hasta hoy, como Green Cross, Santiago Badminton y hasta el mismo Magallanes tenían sus raíces en colegios santiaguinos. Para ese entonces no existían competencias ni ligas organizadas. Los partidos eran basados en amistosos y de a poco se van organizando torneos de competencia inter-escolares.
Hacia el año 1906 se crea un gran número de clubes netamente obreros, que hasta esa época los obreros hacían de observadores. Sus jugadores, se dan cita a reuniones, entrenamientos y se ofrecen a jugar partidos amistosos con otros clubes. En el caso de los clubes obreros, los trabajadores de imprenta fueron quienes mostraron un mayor dinamismo en la fundación de clubes, al menos durante los primeros años. En 1903 los empleados del Mercurio formaban al “Gütemberg F.B.C.”, siguiendo el ejemplo sus colegas de la imprenta Universo que dieron origen al club homólogo. En 1905 se fundaba el “Barcelona F.B.C.”, cuyos socios pertenecían a la imprenta Barcelona. Los operarios de la revista Zig-Zag también se sumaron a la locura del fútbol fundando el “Zig-Zag F.B.C.” (1905). Los clubes formados por trabajadores urbanos se integraron en las competiciones de las ligas y copas que se ofrecían a los sportsmen capitalinos. Las principales ligas de la ciudad eran la Asociación Santiago y la Liga Arturo Prat.
Desde entonces, podemos constatar un crecimiento exponencial en el número de clubes populares. A los clubes ya citados, les siguen la fundación del "London", “Estrella de Chile”, “Zenteno”, “Estrella Patria”, “Benjamín Franklin”, “Eleuterio Ramírez”, “Liverpool”, por nombrar algunos, todos formados por jóvenes obreros.
Durante esas fechas se llevaría a cabo un amistoso inter-city entre equipos representantes de las ligas de Santiago y Valparaíso, pero el entusiasmo con el que se esperaba el encuentro, no había sido bien recibido hacia los deportistas obreros. A los clubes obreros se les había mirado con indiferencia, colocando en el team que iba a representar a Santiago a jóvenes de posición social, en desmedro de los jugadores de clubes obreros.
Por estas razones, la noche del 13 de agosto de 1906, miembros de las directivas de algunos de los clubes obreros más importantes de aquel entonces decidieron dar origen a la Asociación Obrera de Foot-Ball (AOFB). Esta institución llegó a agrupar alrededor de treinta y cinco clubes obreros.
Para 1907, reporta la prensa, "esta Asociación parece demostrarse muy activa". Se organizan las competencias, donde habría dos divisiones: la Copa "Congreso Obrero" y la Copa "Chile-Argentina". Uno de los clubes que pasó por las filas de la Asociación Obrera, fue el Morning Star, club que más adelante, en 1933, sería uno de los fundadores del fútbol profesional. Otro de los clubes que bien vale la pena mencionar y que en algún momento estuvo inscrito en la Asociación Obrera, fue el Carlos Walker Martínez. Fundado en 1907, el Carlos Walker fue un club formado netamente de obreros. Su nombre se debe al político, escritor y abogado del mismo nombre. En 1933 logra ganar el campeonato de la División de Honor de la Asociación de Football de Santiago. Haciendo valer esa gran campaña, el Walker Martínez es ascendido al fútbol profesional de primera división chilena para la temporada 1934.
Siguiendo el ejemplo de los obreros de Santiago, el día 5 de marzo de 1912, se fundaba en Valparaíso la Liga Magallanes por un grupo de jóvenes entusiastas del sport. Esta liga, de composición obrera, llegó a contar con quince clubes inscritos y 1,800 socios en 1923.
El fútbol se extiende al norte, llega a los mineros de las salitreras. Los equipos se organizan y compiten entre las llamadas oficinas salitreras. En su libro, "Vida de un comunista", el dirigente Elías Lafferte relata:
"Fue uno de aquellos días, cuando el club del Ferrocarril de Huantajaya bajó a jugar a Iquique, cuando me tocó pronunciar el primer discurso de mi vida. Había que agradecer las atenciones que se habían dispensado al equipo visitante, y los compañeros echaron sobre mis hombros esta tarea. Al comienzo me pareció que nunca iba a ser capaz de "echar un discurso". Pero ya lanzado en la cosa, no tartamudee y salí más o menos airoso de la comisión".
El 19 de abril de 1927, la Liga Nacional Obrera de Football, por disposición de la Federación de Football de Chile, se fusionó con la Liga Metropolitana de Deportes y la Liga Santiago de Football denominándose desde ese momento como Liga Central de Football de Santiago (LCF).
Cabe mencionar que hubo sectores obreros que desempeñaron una labor fundamental en la difusión nacional de los clubes de fútbol. En este sentido, resulta indiscutida la labor de los trabajadores de los ferrocarriles del Estado quienes, desde Iquique a Puerto Montt, organizaron clubes y construyeron recintos deportivos, como los estadios ferroviarios de Valparaíso y Santiago. Algunos equipos formados por estos trabajadores llegaron a constituirse como clubes representativos de la cultura popular. Allí estaba el Maestranza Central de San Bernardo y el Arturo Fernández Vial de Concepción.
Un caso ejemplar es el del "Arturo Fernández Vial" de Concepción, fundado en 1897 por los operarios de la Maestranza de los FF.EE. con el nombre de "Club Deportivo Ferroviario Internacional", el cual fue cambiado en 1903 cuando durante una huelga protagonizada por los trabajadores ferroviarios y estibadores portuarios de la región, el entonces almirante Arturo Fernández Vial, veterano de la Guerra del Pacífico, fue designado por el Presidente Germán Riesco para terminar con la revuelta. Contrariando sus órdenes, el almirante se posicionó del lado de los huelguistas promoviendo el "arbitraje entre las partes", evitando con ello una matanza segura y ganándose el reconocimiento popular. El club Fernández Vial hasta el día de hoy sigue activo en el profesionalismo.
En resumen, entre 1906-1927 la deportización en Chile constituyó un proceso real y dinámico dónde la entrada de los sectores populares vino a enriquecer los espacios propiamente deportivos a la vez que nutrir el capital experiencial de los mismos sportsmen.
Fuente: Los Clubes Obreros de Fútbol (Chile, 1906-1923). Giorgio Scappaticcio Poblete. 2017Fotos: Revista Los Sports