Fundado en 1905, el viejo equipo amateur curicano, bautizado en honor al héroe local de la Batalla de La Concepción, hasta 1961 competía en el ámbito amateur. El 7 de febrero de 1962, la Asociación Central de Fútbol (ACF) aceptó la incorporación de cuatro clubes a la Segunda División sin mediar competencia, como forma de expandir el fútbol del ascenso debido al revuelo que causaba el Mundial de Chile 1962. Fue así como llegaron al profesionalismo San Antonio Unido, Municipal de Santiago, Ferroviarios de Valparaíso y Luis Cruz.
Su estreno en Segunda fue en grande: tras eliminar a Lister Rossel de Linares, Ñublense, Unión Española y Wanderers, venció en la final de la Copa Chile 1962 a Universidad Católica en el Estadio Independencia, campeón vigente de Primera. Obviamente, tras el triunfo de 2-1 y con la Copa en las manos, el carnaval se desató y se trasladó a Curicó, que recibió el tren de los campeones pasada la medianoche.
Tras obtener la Copa, el Luis Cruz hizo su debut oficial en la segunda categoría, con una gran campaña: el quinto lugar de la tabla con 25 puntos (su mejor temporada histórica) y se mantuvo allí hasta 1966, torneo en el que terminó penúltimo y descendió a su Asociación de Origen junto a San Bernardo Central que quedó un puesto más abajo, concluyendo así su paso por el profesionalismo para siempre.