Darío Verdugo Petit fue un destacado relator deportivo chileno, nacido en Puerto Montt el 20 de noviembre de 1926 y fallecido en noviembre de 2005 en Valparaíso. Es ampliamente reconocido como una de las voces más emblemáticas de la radiofonía deportiva en Chile durante las décadas de 1950 y 1960.

Su estilo de narración se caracterizaba por su rapidez, creatividad y entusiasmo, lo que permitía a los oyentes imaginar con viveza los partidos que no podían ver en persona. Una de sus frases más recordadas era “¡Goooolpe en el palo!”, que generaba gran emoción entre los aficionados. Esta expresión se convirtió en su sello distintivo y aún es evocada por quienes disfrutaron de sus relatos.

Ser considerado el más popular en esos momentos (cuando ya no estaba en su apogeo) eran palabras mayores, puesto que su nombre competía con otros artistas del micrófono futbolero: Raúl Prado, Hernán Solís, Nicanor Molinari y Gustavo Aguirre, que la llevaban.

Verdugo formó una dupla memorable con el locutor Sergio Silva en programas como “Gazeta Deportiva” de Radio Cooperativa. Mientras Verdugo aportaba dinamismo y pasión, Silva ofrecía un tono más pausado e ingenioso, creando una combinación que cautivó a la audiencia.

A lo largo de su carrera, Verdugo trabajó en diversas emisoras, incluyendo Radio Balmaceda, donde fue relator principal durante el Mundial de Fútbol de 1962, y Radio Minería, desde donde cubrió los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972. En 1998, recibió el Premio a la Trayectoria Profesional otorgado por el Círculo de Periodistas Deportivos de Chile, en reconocimiento a su significativa contribución al periodismo deportivo nacional.

Su legado perdura en la memoria colectiva de los aficionados al fútbol y en la historia del periodismo deportivo chileno, siendo recordado como una figura clave en la evolución de las transmisiones radiales deportivas en el país.